
Suspensión para auto
Recambios para Suspensión de ejes
Sistema de suspensión para
Cómo detectar fallos en el funcionamiento del eje y del diferencial
Este componente debe ser revisado desde cada 50.000 a 75.000 kilómetros. Para realizar el diagnóstico del eje y del diferencial, se necesita algo de tiempo, un foso, una grúa y un gato. La primera tarea será la de examinar los puntos de unión de las distintas piezas. Hay que asegurarse de que las distintas piezas están bien colocadas las unas con las otras y también comprobar su movilidad. Es importante asegurarnos de que el emplazamiento del eje trasero tiene lubricación suficiente (para los coches de tracción trasera). Si se trata de un coche de tracción delantera, lógicamente hay que comprobar el diferencial y la lubricación del eje delantero. Si se encuentra cualquier signo de fuga en el eje o en el diferencial hay que cerrarlas, sin olvidar añadir algo de aceite para lubricar.
Los indicios de que el eje y el diferencial requieren de mantenimiento son:
- aumento de la vibración en la parte inferior del vehículo;
- fugas en los diferenciales;
- aparición de ruidos extraños a revoluciones altas durante la conducción;
- sobrecalentamiento frecuente de la carcasa;
- complicaciones evidentes de movimiento de los ejes del piñón en las curvas;
- deformación visible del eje y de sus componentes.
Causas frecuentes de los fallos en el eje y en el diferencial
La causa más común de averías en el eje y en el diferencial es un estilo de conducción demasiado agresivo. Una presión excesiva sobre el embrague, frenados bruscos, y conducir sobre baches a altas velocidades; todo esto no sólo llevará al aumento de las cargas mecánicas sobre los componentes sino que también provoca la degradación de las características del lubricante. Debido a la falta de lubricación o a la degradación del aceite, éste se vuelve menos eficiente, por esto las superficies de trabajo de los componentes adyacentes sufren un desgaste más rápido. El desgaste de las juntas y de los retenes del aceite, y el no prestar un servicio de reparación a su debido tiempo puede traer similares consecuencias. El aceite de la carcasa debe ser reemplazado entre los 6.000 y los 12000 kilómetros, dependiendo de las condiciones de funcionamiento del automóvil. También los cierres de sujeción deben comprobarse, así como los cojinetes de los rodillos en el ajuste de su holgura axial. Esta comprobación debe ser realizada de vez en cuando.
La conducción frecuente sobre carreteras en mal estado puede provocar daños mecánicos, grietas y deformaciones, causadas al golpear contra piedras u obstáculos; si el coche se deja al aire libre, esto puede ser también motivo de la aparición y proliferación de los procesos de corrosión.
A veces, la causa del fallo de esta pieza puede ser simplemente la mala calidad de las piezas utilizadas. Por ejemplo, el uso de rodamientos poco fiables puede llevar al atasco de la pieza del eje o al cambio de posición del diferencial y su rotura.