Un manómetro ayuda a los conductores a controlar la presión de los neumáticos, lo cual es sumamente importante para la seguridad vial, el ahorro de combustible y la reducción del desgaste de la banda de rodadura.
Manómetro de presión de neumáticos: 9 datos clave
- Los más sencillos, baratos y fiables son los dispositivos analógicos. Están formados por una carcasa, un indicador de cuadrante y una palanca curva y hueca (tubo de Bourdon). Uno de los extremos está sellado y conectado mediante una varilla a los engranajes, los cuales accionan la aguja. El otro extremo está unido a la válvula del neumático. Cuando el tubo se llena de aire comprimido, se endereza, moviendo en consecuencia la aguja al ángulo correspondiente. El inconveniente que presentan estos dispositivos es su precisión relativamente escasa. Además, debido a la vibración de la aguja, a menudo resulta difícil leer las mediciones.
- Los manómetros de neumáticos digitales son los que proporcionan los resultados más precisos. Su diseño incluye un sensor de presión que envía la correspondiente señal eléctrica al microchip incorporado. Éste procesa los datos recibidos y muestra las lecturas en la pantalla LCD. Entre las desventajas de estos dispositivos están su elevado precio y la necesidad de cambiar las pilas.
- Los dispositivos analógicos contienen numerosas piezas metálicas y son sensibles a la humedad. Es por ello que deben mantenerse en un entorno seco y bien ventilado. Los instrumentos digitales no deben dejarse a la intemperie, ya que esto puede hacer que se agoten rápidamente sus pilas.
- Algunos modelos disponen de una carcasa de goma. La superficie antideslizante evita que la herramienta se deslice de manera accidental y también sirve como amortiguador en caso de que se caiga.
- La mayoría de los manómetros de presión están dotados de una válvula de alivio de presión que permite desinflar los neumáticos si fuera necesario.
- Otras opciones útiles que se pueden incorporar son una linterna, un cuchillo para cortar los cinturones de seguridad en caso de accidente y un martillo de seguridad para romper los cristales si las puertas están bloqueadas.
- Es conveniente acudir a una estación de servicio especial para calibrar el instrumento una vez al año.
- Se recomienda comprobar la presión de los neumáticos una vez a la semana y antes de emprender viajes largos. Un exceso de presión provoca un desgaste desigual de la banda de rodadura, aumenta la carga que se ejerce sobre la suspensión y hace que la conducción sea menos confortable. Esto puede dar lugar a una maniobrabilidad deficiente, a una reducción de la eficiencia del combustible y a un mayor riesgo de sobrecalentamiento, de sufrir pinchazos y de que el neumático se salga de la llanta.
- Las mediciones deben ser efectuadas cuando los neumáticos se hayan enfriado después de una conducción de al menos 3 horas. Si esto no fuera posible, reduzca las lecturas obtenidas en un 10%.
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